Sergio «N.», acusado por arrojar al perrito Scooby dentro de un cazo con aceite hirviendo en Tecámac, Estado de México, y quien fue detenido la tarde de este martes, era policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), de donde ya fue destituido.

El sujeto fue aprehendido por el delito de maltrato animal en la alcaldía Coyoacán, donde se ocultaba en casa de familiares. De acuerdo con lo declarado por el mismo imputado, el día de los hechos se encontraba en estado alcohólico.

Tras su detención fue trasladado a la Fiscalía Central de Investigación de la Ciudad de México, donde se le certificó dos veces pues hicieron falta exámenes biométricos, por lo que los convoyes de agentes arribaron en dos ocasiones al lugar.

Cerca de las 16:00 horas Sergio «N.» salió escoltado por los elementos, pero eso no impidió que fuera golpeado e insultado por personas que se encontaban fuera de las instalaciones de la Fiscalía capitalina. Con mirada retadora, el imputado volteó para buscar de dónde provenían los golpes, sin embargo fue ingresado a una camioneta.

Luego de que se cumplimentara la orden de aprehensión en su contra, el presunto asesino de Scooby, un cachorro de unos 8 meses de edad, fue ingresado al Centro de Justicia de Ecatepec “Palmas” de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, para finalmente ser llevado al penal de Chiconautla.

El presidente Andrés Manuel López Obrador condenó la agresión que sufrió el perrito y señaló que casos como éste no deben de admitirse, por lo que llamó a hacer conciencia sobre el amor a los animales.

Anunció que se analiza reforzar la protección de los animales a través de una reforma a la Ley Federal en la materia.
“Vamos a ver sobre este caso, si hay una ley o el artículo es lo suficientemente eficaz para el castigo o hace falta reformar la legislación”, indicó.

Y es que de acuerdo con integrantes de colectivos defensores de los animales, Scooby sufrió una larga agonía tras ser arrojado al aceite hirviendo, pues según la necropsia, no murió inmediatamente después del terrible acto.

Tras ser sacado del cazo donde el dueño de la carnicería prepara chicharrón, se buscó una veterinaria para atenderlo, sin embargo por ser domingo no encontraron una abierta, por lo que el cachorro estuvo agonizando por un tiempo muy prolongado en un baldío donde lo dejaron aún con vida pero sumamente herido.