La camioneta que transporta al presidente Andrés Manuel López Obrador se quedó sin batería y tuvo que ser trasladado en un vehículo alterno este sábado en su gira por Oaxaca.

Se trata de una Suburban negra, heredada de la administración de Enrique Peña Nieto, la cual no dio marcha por lo que el equipo de Ayudantía decidió llevarlo en otra unidad.

Para sus giras de trabajo por tierra, el mandatario federal usa al menos tres camionetas negras, pero sólo una de ellas tiene antena de comunicación.

No obstante el pequeño percance fue aprovechado por los simpatizantes de López Obrador, a quien apapacharon a su salida del hotel Mision San José, donde pernoctó.

Una de ellas fue la señora María Cecilia Hernández “de López Obrador”, quien esperó desde las 07:00 horas la salida del Ejecutivo federal para saludarlo, entregarle un ramo de flores y darle un beso. Después le entregó una carta que le escribió.

Otro de los «AMLOvers» le exclamó «te ves fuerte, viejo, te ves bien ch**gón”.
Además escuchó reclamos de corrupción de venta de plazas en Pemex y de un grupo de jubilados que no ha sido atendido por el gobierno del estado.

Posteriormente, tras saludar de mano y fotografiarse con sus simpatizantes en ese puerto oaxaqueño, el presidente se fue en una segunda camioneta para iniciar la supervisión de proyectos del corredor interoceánico Istmo de Tehuantepec.